Algo pasa cuando vas a 160 por hora, el tubo de escape ahoga los demás sonidos, la vibración del motor se acompasa al ritmo de tu corazón, tu campo de visión hace un embudo sobre lo inmediato, y de repente no estas sobre la carretera, estas dentro formas parte de ella, el tráfico el paisaje la poli son como decorados de cartón que salen volando a tu paso. A veces se me olvida ese subidón, por eso me encantan estos viajes tan largos, todos los problemas, todo el ruido, desaparece, no hay nada que te preocupe excepto lo que tienes delante, tal vez esa sea mi lección de hoy, aferrarme a estos momentos tan sencillos, apreciarlos un poco más, no quedan muchos así, nunca quiero que eso te pase a ti, encontrar cosas que te hagan feliz no debería ser tan difícil, se que conocerás el dolor, el sufrimiento, las decisiones difíciles, pero no puedes permitirte que su peso asfixie la alegría de tu vida, pase lo que pase tienes que encontrar las cosas que te quieren, correr hacia ellas. Hay un viejo dicho, lo que no te mata te hace más fuerte, yo no lo creo, creo que las cosas que intentan matarte te dejan enfadado y triste, la fuerza viene de las cosas buenas, tu familia, tus
amigos, la satisfacción del trabajo bien echo, esas son las cosas que te dan plenitud, a las que debes aferrarte cuando estés hundido.
